Querida Raquel, como creo que siempre es mejor un octocálogo a tiempo que un decálogo a destiempo, te he escrito una serie de consejos para intentar hacer de esta tu nueva aventura vital una experiencia un poquito más feliz y llevadera.
1 - BEBER
Este
consejo ya lo traes bien aprendido de casa y te podrá parecer obvio y
redundante que te lo proponga. Sin embargo, los primeros días quizás tengas
cierto temor a un contacto excesivo con nuestro querido líquido elemento debido
a las funestas consecuencias emocionales que una resaca nos puede ocasionar, así
que es importante recalcar que es en esta primera fase cuando tu idilio con la
dipsomanía se debe ver más estrechado y reforzado. ¿Por qué? ¿Porque acaso
quiero que te alcoholices desde los inicios para que en un futuro cercano te
encuentren por la noche caminando descalza y en camisón como nuestra querida y
admirada Amy Winehouse? No, porque quiero que aprendas el idioma lo más rápido
posible. Y eso sólo se consigue bebiendo. Y así lo atestigua este reciente
estudio alemán, que confirma la clásica y hasta ahora discutida teoría empírica
de “Pues yo cuando me emborracho hablo mucho mejor el inglés”.
2 - LLEVAR GAFAS DE SOL, SIEMPRE
Una
de las grandes características de las que presume Londres es que es una ciudad
moderna, abierta y multicultural repleta de gente chic, cosmopolita y hipster .
Que no te engañen ni te amilanen, desde que Inditex convirtió A Coruña en lo
que es, Londres no deja de ser como la Plaza de Lugo, pero en grande y con más
pakistaníes. Y sin ligones de ONG’s intentando camelarte, claro. Sin embargo,
por las tierras de la pérfida Albión carecen de un elemento del que aquí vamos
cada vez más sobrados: sol. Por tanto, además de no poder lucir sus tatuajes del
feirón (lo cual es sin duda una ventaja para cualquier transeunte objetivo con
buen gusto) se ven obligados a llevar
sus últimos modelos de gafas de sol en circunstancias y escenarios que en
España resultarían algo excesivos y forzados salvo que fueses un personaje de
la farándula. Así que Raquel, disfruta porque en Londres por fin podrás cumplir
el sueño que muchos de nosotros anhelamos: ir a hacer la compra en pijama y gafas
de sol. Elegante, pero informal.
3 - APRENDER A DECIR TACOS EN COCKNEY
Los
ingleses son finos, cursis y estirados hasta insultando. No los escucharás
decir demasido "fuck", "motherfucker",
"bitch", "Son of a bitch". Por tanto, es necesario
que busques cuanto antes un insulto con sonoridad para acompañar como muletilla
final a tus golpes de melena. 'Cunt' y 'Bollocks" están bien, pero son un
poco simples y ordinarios, así que de ser vulgares, seámoslo con gracia y
salero: “wanker”, pronunciado “WAN-KA” y cuyo significado literal es “pajillero”,
creo que es el que mejor se adapta a las características que buscamos. Si es
que a uno hasta se le llena la boca al pronunciarlo: “WANKAAAAAAAAA”.
4 - PREVENIR EL PARASITISMO
Cuando
vives en el extranjero hay que tener muy presente una máxima si no quieres
llevarte disgustos emocionales: excepto tu familia, una parte importante de la
gente que quiera darte una alegría con su visita lo hará por una combinación de
estos factores:
1.
Ha encontrado un
vuelo barato.
2.
Le das alojamiento
gratis.
3.
Piensa que follar en
el extranjero es fácil.
4.
Quiere hacerse fotos
en lugares icónicos para sus redes sociales.
Por
tanto, es necesario ser previsores y estar preparados para combatir a este tipo
de chupópteros y sanguijuelas. Lo primero será anunciar de antemano que en
nuestra casa los catres auxiliares son profundamente
incómodos. Sofás-cama roídos, colchonetas inchables o sacos de dormir pueden
ser lo sificientemente disuasorios para gente que esté bien entradita en la
veintena, no digamos ya para edades más avanzadas.
Lo
segundo será dejarles bien claro que tu casa no es un picadero. Negarás la
mayor cuando te pregunten si hay preservativos en casa . Delizarás en conversaciones
previas que el índice de criminalidad en la ciudad de Londres se ha disparado o
el auge de enfermedades de transmisión sexual en el Reino Unido es motivo de
debate público. Este tipo de mensajes subliminales son muy útiles para
conseguir nuestro objetivo.
Por
último, tendrás que hacerles ver que no trabajas en Londres de guía turística.
La primera vez que te vayan a visitar te hará ilusión ir a hacerse la foto al
Londo Eye, aNotting Hill, al Parlamento, al Big Ben, o a Trafalgar Square. La
segunda seguro que ya no tanto. Y a la tercera puede que estés harta de tanta
fotito, metro y caminata. Por eso es muy recomendable que vayas marcando sobre
un plano de metro las localizaciones emblemáticas junto con la dirección de tu
casa. Así, cuando hayan terminado con la carga de material para su Instagram,
podrán estar contigo sin pensar en otras cosas y disfrutando de tu compañía,
que vale bastante más que cien fotos en Picadilly Circus.
5 - NO CASARSE CON UN INGLÉS
Jude
Law, Chris Martin, Michael Caine y un largo etcétera son ejemplos de británicos
guapos o atractivos. Pero que no nos engañen las películas, sabemos que son la
excepción a la norma. Además, hasta que no te líes con un británico no
comprobarás su mayor y verdadero hándicap: tienen mala piel. Lechosa, pecosa,
áspera. Una piel lúgubre y sin vida. En definitiva, una experiencia traumática
por la que no es recomendable pasar.
Sin
embargo, la competencia que te encontrarás es baja, ya que hay que reconocer
que las británicas (Keira Knigthleys aparte) también son muy feas, con lo cual
cabe la posibilidad de que encuentres a un británico extramegaguapo con mala
piel que se enamore de ti, que tú te enamores de él, que te proponga matrimonio
(son muy de casarse pronto en esas tierras) y que tú le digas que sí. ERROR. Piensa
que en algún momento de tu vida querrás volver a Galicia (eres gallega, va en
los genes) y él, en su orgullo e ineptitud británica, jamás aprendería el
idioma. Así, en su aislamiento social, empezaría una relación biunívoca con el
alcohol que provocaría falta de aseo personal y que, tras el paso de loa años,
derivaría en esa escena que todos queremos evitar a toda costa. La de dos
ancianas paseando por la Plaza de Marqués de Amboages mientras dialogan:
“- Mira ese, pobre, debeu vir nun barco de polizón.
- ¿Ese? Ese é o ex-xenro de Marina, que está todo día aí bebendo no banco. Inglés tiña que ser.”
6 - IR AL PARQUE DE ALICE AYRES
¿Ehhhh,
hola? Pues sí, hola. Concretamente "Hello, stranger". No se puede
amar a Natalie Portman y andar por Londres sin visitar la lápida de la persona
cuyo nombre robó para su personaje de Closer. Postman's Park es el nombre de
este pequeño parque al que nosotros rebautizaremos como Portman's Park. Si la
visita resulta de tu agrado no dudes en comprarte luego una peluca rosada y ponerle los cuernos al piel chunga de Jude Law.
7 - KENSINGTON GARDENS
Y ya metidos en jardines, decirte que estoy
seguro de que el irte a vivir sola a Londres, el no tener un plan claro, el
buscar un trabajo y, en definitiva, el tener que enfrentarte por vez primera a
las dificultades de la vida adulta sin la cercanía de tu familia y hogar, te
hará una persona más fuerte y segura de ti misma. Pero como es normal, habrá
momentos de debilidad en los que te preguntarás qué carajo pintas ahí, en los
que sólo tengas ganas de huir, y en los que pagarías lo que fuese por poder recuperar
el pasado y volver a ser la niña sin preocupaciones que una vez fuiste. Pero no
te preocupes, porque en esos días melancólicos, siempre podrás volver al
mismísimo País de Nunca Jamás para jugar con Peter, Campanilla y el resto de
las hadas. Y es que conlindando con Hyde Park, volando hasta lo más alto del
cielo y girando en la segunda estrella a la derecha, volando hasta el amanecer,
se encuentra Kensingtons Gardens, el lugar donde James Mathew Barrie se inspiró
para crear el mundo de FANTASÍA de Peter Pan. Así que si algún día te
encuentras algo triste, te recomiendo que des un paseo mágico entre los árboles
de Kensingtons Gardens y que aproveches
la ocasión para saludar a Wendy y hacerle llegar un mensaje: Dile que siga
creciendo, pero que nunca olvide del todo la niña que una vez fue.
8 - COGER UNA PULMONÍA
Esta
ya te la sabes. Cuando estés en la absoluta mierda, en un callejón sola bajo la
lluvia y sin saber a donde ir, recuerda consultar una vieja conversación de
WhatsApp. Y mientras, no dudes en sentirte un personaje de Isabel Coixet. Y
tranquila, cuando llegue con el equipo de rodaje, llevaré dos camiones de
antibióticos en sobres.
Muchísima suerte y mucha fantasía. Un beso grande.
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